Este modelo educativo se caracteriza por poner énfasis en que la actividad sea dirigida por el niño, acompañada por la observación clínica por parte del maestro. En un ambiente preparado y estructurado que propicia a los niños largos periodos de concentración.
El objetivo de esta observación es la posibilidad de adaptación permanente del entorno de aprendizaje del niño a su propio nivel de desarrollo.
El propósito de este método es ayudar al niño a obtener un desarrollo integral, para lograr un máximo grado en sus capacidades intelectuales, físicas y espirituales. Por ello, se le permite al niño actuar, querer y pensar por sí mismo, ayudándolo a desarrollar confianza y disciplina interior.