Unas 60 señoras y señoritas , bajo la dirección del Padre Francisco Puyal Gil, S.J., fundan un Ropero para atender a niños y familias muy necesitadas de los suburbios de Madrid, sobre todo en las entonces barriadas de las Ventas.
Comenzaron con visitas y ayudas semanales a las familias, especialmente humildes y pobres, por sus graves dificultades y situaciones de chabolismo, barriadas sin aguas, sin luz, higiene, sin escuelas…